Archivo del autor: El recreo
Especial San Valentin
No me imagino una vida sin ti. Son tantos años a tu lado que tengo querencia. Aprovecho que conozco los surcos de tu piel, los que yo mismo te he dejado y que me llevan a tus rincones favoritos. Me enseñaste a besar, a besarte; deliciosos bocados húmedos, pausados, calmados, estratégicamente colocados en su sitio …
bumerán
—Pídeme lo que quieras menos eso— dije. —Hazlo, hazlo ya ¡maldita sea!—musitó mi padre. —No puedo, ¿no lo entiendes?. No puedo. Antes preferiría…—y miré hacia otro lado, para que no viera mi cara. Luego le volví a mirar para decirle —antes me voy. LEE MÁS » http://www.bubok.es/libros/227587/Mi-Recreo
Instrucciones para asumir los sentimientos
Sitúese en un espacio privado, apartado de las miradas ajenas y también de las familiares. Siéntase solo. Apague cualquier electrodoméstico o aparato digital.LEE MÁS » http://www.bubok.es/libros/227587/Mi-Recreo
Cocina y falta de apetito
Para ser sinceros, estaba yo muy a gusto en mi sofá, limándome la uña del dedo índice de la mano izquierda. Ya me había soplado las tres que la precedían, cerrando así también, de un soplido mi semana laboral, para dar comienzo a las primeras horas libres del viernes.LEE MÁS » http://www.bubok.es/libros/227587/Mi-Recreo
Palabras menores
El otro día me enfrenté a una de las preguntas más duras que se puede hacer a un hombre. Y no me refiero a la de un hijo diciendo: “¿eres mi padre?” o peor aún “¿por qué eres tú mi padre?”.LEE MÁS » http://www.bubok.es/libros/227587/Mi-Recreo.
La otra dimensión y el bacilococo
Sin que sirva de precedente, te contaré una historia basada en hechos reales. Es inverosímil pero cierta. Todo comenzó en un extraño lugar
De turismo rural
Seré breve. Desde allí pude ver tejados cubiertos hasta las trancas de nieve, hombres con carretilla esparciendo sal, que se ajustaban la boina cada 3 paladas. Una nevada tal que provocó que el difunto fuera velado durante diez días.
Loco
Alfonso era un loco croata, un genio, un adelantado a su tiempo, un sabio, mejor dicho era un ser intemporal. Perdía la cabeza por el marisco y otros crustáceos, aunque siempre hablaba de cuanto echaba de menos las croquetas que le hacía su madre.
Apariencias
David dividía su vida en dosis de 15 minutos. 15 minutos para ducharse, 15 para desayunar, tres dosis más de 15 minutos para llegar a su
Salvador
Todas las noches ocurría lo mismo. Ella levantaba un brazo y lo dejaba en vilo. Su cuerpo producía una serie de movimientos convulsivos, micro-sacudidas, como los de una ardilla. Entonces ya sabía que ella estaba teniendo un mal sueño y con mi mano yo bajaba su brazo,
El desafío
CAPÍTULO 1.- Desde allí podía oler la tierra húmeda, la resina de los árboles cediendo a los últimos rayos de sol de aquella tarde de verano. Olía a fresco, olía a destellos de luz picando en las piedras blancas que tapizaban el camino. Incluso la brisa se dejaba seducir por la única oquedad de aquel …
Feliz triste mañana
Felizmente aquella triste mañana de nubes cargadas de lluvia, Ernesto despertó tras conseguir dormir de un tirón toda la noche. Notó como sus neuronas se habían multiplicado y resplandecían de nuevo. Volvió a sonreír, como sonríen los recién enamorados. Aquella mañana fue distinta a las demás. Un jadeo martilleaba su cabeza. Miró al lado de …
XIII
La cabeza en la soga, la soga en la argolla y la argolla en la pared. Tres años estudiando cabos y nudos, para descubrir la inutilidad de un nudo Cowboy, en su intento frustrado de suicidio. Enojado, saltó por la ventana para comprobar durante su agónica caída las consecuencias de vivir en un bajo: cadera …
El reencuentro con Beatriz
Uno puede saber perfectamente cuando fue el primer beso, el primer abrazo…incluso vaticinar cuándo podrá ser… Pero jamás se imagina cuando va a ser el último. Por eso normalmente, hay que dar las caricias y besos como si así fueran: los últimos.
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